Esta semana: Por qué el networking efectivo empieza en soledad, el peligro de saltar del "Yo" al "Trabajo" y cómo evitar construir influencia sobre cimientos vacíos.
El networking empieza cuando estás solo (y en silencio)
Hola, {{first_name}}
Vivimos obsesionados con "hacer crecer nuestra red".
Vamos a eventos, repartimos tarjetas (o QRs), agregamos gente en LinkedIn y creemos que eso es construir influencia.
Pero después de observar cómo se mueven los profesionales que realmente construyen cosas grandes, y de aplicar esto en mi propia vida llegué a una conclusión:
El networking efectivo no empieza en un evento. Empieza en soledad.
A menudo confundimos tener un cargo de jefatura con tener liderazgo. El cargo te lo dan; el área de influencia se construye. Es ese "sistema latente" que opera cuando no estás presente: el colega que te prioriza genuinamente, o el jefe que se preocupa por ti antes de juzgar tu productividad.
Debes cuidar de tu área de influencia siempre, aún cuando tus aspiraciones no parecen cercanas al liderazgo, pero ¿Cómo se logra eso? No hackeando el sistema, ni manipulando. Se logra entendiendo que el relacionamiento funciona en círculos concéntricos.
Visualízalo así:
El Centro: YO (Autoconocimiento)
Círculo 2: Mi Familia (En mi caso: mi esposa y mis 3 hijos)
Círculo 3: Mi Trabajo / Equipo
Círculo 4: Sociedad
Círculo 5: El Mundo
Círculos de áreas de influencia
El error que lleva al burnout
La mayoría intenta saltar del "Yo" (sin definir) directamente al "Trabajo" o al "Mundo". Intentan influir en el CEO en su primera semana o cambiar la industria, pero descuidan a quienes dependen de ellos en casa, o peor aún, no saben ni quiénes son ellos mismos.
No puedes exportar lo que no tienes. Antes de influir afuera, debes tener control adentro.
La Ciudadela Interior
Marco Aurelio, el emperador estoico, hablaba de la "ciudadela interior": ese espacio mental inexpugnable donde te retiras a estar contigo mismo.
Si no tienes esa ciudadela, tu networking siempre será frágil, porque dependerá de la validación externa y no de tu solidez interna.
Para construir esa ciudadela, utilizo un framework de 5 categorías de auditoría personal. Son 5 preguntas que me hago para saber qué tengo para ofrecer a una mesa (sea en Dipy o en una junta directiva).
Si no tienes claras estas 5 cosas, es probable que te sientas un impostor cada vez que intentas conectar con alguien de alto nivel.
Habilidades y talentos
Capacidades
Deseos y aspiraciones
Objeciones
Pilares inamovibles
La próxima semana hablaremos a profundidad de esas 5 categorías y cómo aplicarlas para definir tu valor antes de salir a venderlo.
Hasta entonces, empieza a pensar en ti mismo. Recuerda que esto viene de adentro hacia afuera. Reflexiona en ellas y pregúntale a tu IA de preferencia sobre la Ciudadela Interior de Marco Aurelio.
Nos vemos pronto.